Damián
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| Tema: Evangelio 14 de Febrero de 2008 2/13/2008, 23:46 | |
| Evangelio del día
Evangelio según San Lucas, capitulo 10, versiculos del 1 al 9 14 de Febrero de 2008
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.
COMENTARIO
La fiesta de los dos evangelizadores de los pueblos eslavos nos invita a subrayar al menos un punto de las instrucciones de Jesús. Cirilo y Metodio, como aquellos primeros enviados, formaban también un pequeño equipo. Ya en el orden humano encontramos una serie de expresiones que señalan la singular diferencia y distancia que hay entre un individuo aislado y dos hombres que concuerdan. Los latinos, o al menos gentes que escribieron en latín, tenían esta máxima: unus, nullus (uno, ninguno); lo mismo significa esta otra: unus vir, nullus vir (un varón, ningún varón); y también esta tercera: unus testis, nullus testis (un testigo, ningún testigo), en perfecta consonancia con lo que declaraba el derecho judío. Otra fórmula latina reza así: unus nihil, duo multa possunt (uno solo no puede nada, dos pueden mucho). Nosotros decimos: “uno y ninguno, todo es uno”; “una no es ninguna”; “una golondrina no hace verano”; “un grano no hace granero”. Y es que tiene su veta de verdad la sentencia anarquista: “dos ya son multitud”. El acuerdo entre ellos no es algo ya dado de antemano, un fruto espontáneo; sólo es real, no ficticio, y sólo duradero si hay en ellos una apertura a algo más grande que rebase las respectivas individualidades, algo mayor que los unifique; así, y además, el otro es una instancia de control frente a mi arbitrariedad. Y es que lo propio de la verdad es arracimar inteligencias, y lo propio de la justicia, ensamblar voluntades. No sólo Cirilo y Metodio, también entre los misioneros populares ha sido una praxis muy extendida la de ir de dos en dos: por el reparto del trabajo, ciertamente; pero quizá también en obediencia al mandato de Jesús y en razón de que la comunión y cooperación entre ellos son ya un signo del Reino de Dios, una realización eclesial que de por sí fomenta y refuerza la dimensión comunitaria de las personas que acogen la acción misionera y se insertan en ella. Aquellos misioneros lejanos y estos más cercanos pueden darnos que pensar, y que cambiar. | |
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