No creo en el dicho que \"errar es humano, perdonar es divino\". Perdonar y perdonar-se es humano y necesario. Pero claro que requiere
de un proceso, en el que, inevitablemente, tenemos que tocar fondo, para
auto-impulsarnos a salir a flote; así como la hacemos en el agua, por
instinto de supervivencia, para salir a la superficie cuando ya no hacemos pie, tocamos fondo y con un fuerte impulso podemos volver a la luz.
Pero no alcanza con tocar fondo, es indispensable el impulso de volver
a salir a flote!
Y cuando en nuestra propia VIDA tocamos fondo, el secreto es no mentirse. Aceptar la tristeza, el error, que dañamos a otros o que fuimos
dañados por otros (y a no querer justificar, ni tampoco justificarnos).
Para poder perdonar y perdonarnos necesitamos revisar nuestro pasado.
Revisarlo de manera inteligente, aceptando la tristeza que nos produce
al renunciar a lo ilusorio. Nada queda quieto en la realidad, todo está
en movimiento, perdemos un ser querido, se desarma lo construido, vemos que nos equivocamos, que nos quedamos donde deberíamos habernos ido, que elegimos mal, que permitimos que nos maltraten o maltratamos a otros; y nos enojamos con nosotros mismos, con los otros, con la vida, y está
bien que así sea, porque esto es parte del proceso de sanación.
Si nos permitimos transitar el proceso, la oscuridad, tocamos fondo y
miramos hacia arriba, poco a poco aparecerá la luz; y ya no seremos los
mismos que antes!. Podemos ver el dolor de los demás y nos damos cuenta que no estamos solos, que somos humanos, que hay un dolor universal y vamos aceptando nuestra cuota, y junto con otro/s nos vamos
re-construyendo nuevamente, pegamos el salto, respiramos bien hondo y nos conectamos nuevamente con la VIDA. Ya no somos los mismos, hemos crecido y superado la derrota, hemos superado la ilusión y aprendimos a navegar en la verdad. Hermosa victoria!!
Que tengan un bonito día
Nancy