Chiara Lubich Roma (Italia), 14 Mar. 08 (AICA)
“En un clima sereno, de oración y de intensa conmoción, Chiara Lubich ha concluido a 88 años su viaje terreno hoy, 14 de marzo de 2008, a las 2, en su residencia de Rocca di Papa (Roma), donde entrada la noche había regresado por su expresa voluntad después de estar internada en el Policlínico Gemelli”, informó el Movimiento de los Focolares, fundado y presidido por ella.
En un telegrama de condolencias, el papa Benedicto XVI destacó que Chiara Lubich vivió un "compromiso constante por la comunión en la Iglesia, por el diálogo ecuménico y la fraternidad entre todos los pueblos", e invitó a los focolares a seguir sus "huellas" y a "mantener vivo el carisma" en el "ardor misionero".
Durante toda la jornada, en las horas conclusivas de su existencia, cientos de personas –parientes, estrechos colaboradores y sus hijos espirituales – han pasado para dirigirle el último saludo en la habitación, para luego detenerse en oración en la capilla del lado, permaneciendo largo rato en los alrededores de su casa. Una ininterrumpida y espontánea procesión. Con algunos, Chiara intercambió algún gesto de acuerdo, a pesar de su extrema debilidad.
Están llegando del mundo entero mensajes de participación y condolencia por parte de líderes religiosos, políticos, académicos y civiles, pero sobre todo de muchísima gente de “su” pueblo.
Su vida al servicio de los demás.
Chiara Lubich nació en Trento en 1920, y fundó los Focolares en 1943 con el propósito de "redescubrir los valores evangélicos y poner en común los bienes para reducir las desigualdades".
En 1948, encuentra a Igino Giordani, diputado, escritor, periodista y pionero del ecumenismo, quien será cofundador del movimiento, especialmente a través de Familias Nuevas y Humanidad Nueva.
Tras la ordenación en 1949 del primer sacerdote focolarino Pasquale Foresi, el Movimiento toma forma clandestinamente en los países de Europa oriental. En Hungría nacen los "voluntarios", personas comprometidas en los más variados ámbitos: desde la política, a la economía, al arte, a la enseñanza. A partir de 1965 comienzan a desarrollarse las ciudadelas, con el nacimiento de la primera Loppiano, congresos internacionales, medios de comunicación, contribuyen a la formación al "mundo unido".
En 1968, nace el Movimiento Gen (Generación Nueva) que animará un movimiento más amplio "Jóvenes por un mundo unido" (1984).
En 1977, Lubich recibe en Londres el Premio Templeton por el progreso de la religión, y en 1991, lanza el proyecto "Economía de Comunión en la libertad", que se desarrolla en varios países involucrando a cientos de empresas, formulando una nueva teoría y praxis económica.
En 1996, en París, la UNESCO otorga a Chiara el Premio por la Educación a la Paz y un año después se convierte en la primera mujer cristiana y laica invitada a hablar de su experiencia espiritual a 800 monjas y monjes budistas en Tailandia, a tres mil musulmanes negros en la mezquita de Harlem en Nueva York (mayo ‘97), a la comunidad hebrea de Buenos Aires (abril, noventa y ocho).
En mayo de 1997 va a la ONU, donde en el Palacio de Cristal de Nueva York, interviene sobre la unidad de los pueblos, y un año después, en Estrasburgo, por su labor "en defensa de los derechos individuales y sociales" se le otorga el Premio Derechos Humanos ‘99 del Consejo de Europa.
En abril de 1998, Lubich visitó la Argentina, donde fue distinguida como ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y reconocida con el doctorado honoris causa “Cum Laaudem” de la UBA, por “su prolífera actividad a favor del diálogo intercultural e interreligioso.