MISIONEROS DEL AMOR
LLEVANDO
LA DIVINA MISERICORDIA DE DIOS
AL MUNDO
"A las tres de la tarde suplica mi misericordia, especialmente para los pecadores; y aunque sea por un brevísimo instante, absórbete en Mi Pasión, en particular en Mi abandono al momento de mi agonía. Es la hora de Gran Misericordia para el mundo entero. En esta hora no negaré nada al alma que me pida cualquier cosa por causa de mi Pasión."
En Tu Presencia
En Tu Presencia
El Río Corre Sereno
Y En La Brisa
Hay Destellos De Esperaza
En Tu Misericordia
Palpita El Consuelo
Y Se Descubre
Un Oasis De Confianza.
En Tu Presencia
El Tiempo Se Detiene,
Porque Tu Llegas
Tan Dentro Del Alma…
Allí Con Tu Gloria,
Donde Nadie Puede,
Tu Vistes Por Dentro
Al Hombre En Su Entraña.
Al Toque: Tan Suave,
Tu Presencia Hermosa,
Sin Importarte A Quien,
Tu Espiritu Habla,
Calmando El Turbion,
Perfuma La Rosa,
Cual Unico Creador,
Al Ser Tu Restauras
Como He De Yo Hacerle
Para Que Mi Vida
Goce Siempre
De Tu Presencia Añorada
Ha De Estar Mi Mesa
De Pureza Servida
He Yo De Procurar
Santidad A Mi Alma
Pero Mientras,
Gracias Por Tu Misericordia
Gracias Por Tu Presencia Santa
Revelate A Aquel Que No Ha Visto
Tu Gloria
Con Una Bendicion
Que Le Abrigue El Alma
En Tu Presencia,
Deja Que Yo Haga
Alli Una Enrramada,
En Ti Mi Señor
Y Habitar Por Siempre,
Ahora Y Mañana
Bajo Tu Divina Sombra De Amor,
Te Amo Señor
CONSAGRACION A LA DIVINA MISERICORDIA
¡Oh Jesús Misericordioso! Yo me consagro a Ti y deseo
transformarme en tu misericordia y ser un vivo reflejo de
ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios,
es decir su insondable misericordia, pase a través de mi
corazón y mi alma al prójimo.
Ayúdame Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para
que yo jamás sospeche o juzgue según las apariencias,
sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda
a ayudarle.
Ayúdame Señor, a que mis oídos sean Misericordiosos,
para que tome en cuenta las necesidades
de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para
que jamás critíque a mi prójimo, sino que tenga una palabra
de consuelo y de perdón para todos.
Ayúdame Señor, a que mis manos sean misericordiosas y
Llenas de buenas obras, para que sepa hacer sólo el bien a
mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y
penosas.
Ayúdame Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para
que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo,
dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo
verdadero está en el servicio al prójimo.
Ayúdame Señor, a que mi corazón sea misericordioso,
para que yo sienta todos los sufrimientos de mi pròjimo.
a nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con
aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad.
Y yo mismo me encerraré en el misericordiosísimo Corazón
De Jesús.
Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.
Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí.
Jesús mío , transfórmame en ti, porque tú lo puedes todo