MariCruz Administradores
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| Tema: Evangelio 14 de Febrero de 2011 2/14/2011, 07:08 | |
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Evangelio 14 de Febrero de 2011 Escuchar en audio
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.” Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.”»
Comentario del Evangelio de hoy
Recojo como comentario a la fiesta de hoy de los santos CIRILO y METODIO algun párrafo de la catequesis del Papa Benedicto XVI del día 17 de junio de 2009. “Hoy quiero hablar de san Cirilo y san Metodio, hermanos en la sangre y en la fe, llamados apóstoles de los eslavos. (…) Resumiendo brevemente el perfil espiritual de los dos hermanos, hay que constatar ante todo la pasión con la que san Cirilo se acercó a los escritos de san Gregorio Nacianceno, aprendiendo de él el valor del idioma en la transmisión de la Revelación. San Gregorio había expresado el deseo de que Cristo hablara a través de él: "Soy servidor del Verbo, por eso me pongo al servicio de la Palabra". Queriendo imitar a san Gregorio en este servicio, san Cirilo pidió a Cristo que hablara en eslavo por medio de él. Introduce su obra de traducción con la invocación solemne: "Escuchad, eslavos todos, escuchad la Palabra que procede de Dios, la Palabra que alimenta las almas, la Palabra que lleva al conocimiento de Dios". En realidad, ya algunos años antes de que el príncipe de Moravia pidiera al emperador Miguel III el envío de misioneros a su tierra, parece que san Cirilo y su hermano san Metodio, rodeados por un grupo de discípulos, estaban trabajando en el proyecto de recoger los dogmas cristianos en libros escritos en lengua eslava. Entonces se constató con claridad la necesidad de contar con nuevos signos gráficos, que fueran más adecuados a la lengua hablada: nació así el alfabeto glagolítico que, modificado posteriormente, fue designado con el nombre de "cirílico" en honor a su inspirador. Fue un hecho decisivo para el desarrollo de la civilización eslava en general. San Cirilo y san Metodio estaban convencidos de que los diferentes pueblos no podían considerar que habían recibido plenamente la Revelación hasta que no la hubieran escuchado en su propio idioma y leído en los caracteres propios de su alfabeto. A san Metodio corresponde el mérito de haber permitido que la obra emprendida por su hermano no quedara bruscamente interrumpida. Mientras san Cirilo, el "filósofo", tendía a la contemplación, él se inclinaba más bien a la vida activa. Gracias a ello pudo poner los cimientos de la sucesiva afirmación de lo que podríamos llamar la "idea cirilo-metodiana", que acompañó en los diferentes períodos históricos a los pueblos eslavos, favoreciendo su desarrollo cultural, nacional y religioso. Lo reconoció ya el Papa Pío XI con la carta apostólica Quod sanctum Cyrillum, en la que definía a los dos hermanos: "hijos de Oriente, bizantinos de patria, griegos de origen, romanos por su misión, eslavos por los frutos apostólicos" (AAS 19 [1927] 93-96). Después, el papel histórico que desempeñaron fue proclamado oficialmente por el Papa Juan Pablo II, que, con la carta apostólica Egregiae virtutis viri, los declaró copatronos de Europa junto con san Benito (AAS 73 [1981] 258-262). En efecto, san Cirilo y san Metodio constituyen un ejemplo clásico de lo que hoy se indica con el término "inculturación": cada pueblo debe hacer que penetre en su propia cultura el mensaje revelado y expresar la verdad salvífica con su lenguaje propio. Esto supone un trabajo de "traducción" muy arduo, pues exige encontrar términos adecuados para volver a proponer, sin traicionarla, la riqueza de la Palabra revelada. En este sentido, los dos santos hermanos han dejado un testimonio muy significativo, que la Iglesia sigue mirando también hoy para inspirarse y orientarse”. Nos podemos preguntar nosotros evangelizadores hoy: ¿Siento la urgencia de salir como el Señor dice? Mi evangelización ¿es de frontera o es de mesa camilla al brasero?
Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
Día litúrgico: Lunes VI del tiempo ordinario Santoral 14 de Febrero: San Cirilio, monje, y san Metodio, obispo, Patronos de Europa Texto del Evangelio (Mc 8,11-13): En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal». Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
Comentario: Rev. D. Jordi POU i Sabater (Sant Jordi Desvalls, Girona, España)
Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal
Hoy, el Evangelio parece que no nos diga mucho ni de Jesús ni de nosotros mismos. «¿Por qué esta generación pide una señal?» (Mc 8,12). Juan Pablo II, comentando este episodio de la vida de Jesucristo, dice: «Jesús invita al discernimiento respecto a las palabras y las obras que testifican (son “señal de”) la llegada del reino del Padre». Parece que a los judíos que interrogan a Jesús les falta la capacidad o la voluntad de discernir aquella señal que —de hecho— es toda la actuación, obras y palabras del Señor.
También hoy día se piden señales a Jesús: que haga notar su presencia en el mundo o que nos diga de una manera evidente cómo hemos de actuar nosotros. El Papa nos hace ver que la negativa de Jesucristo a dar una señal a los judíos —y, por tanto, también a nosotros— se debe a que quiere «cambiar la lógica del mundo, orientada a buscar signos que confirmen el deseo de autoafirmación y de poder del hombre». Los judíos no querían un signo cualquiera, sino aquel que indicara que Jesús era el tipo de mesías que ellos esperaban. No aguardaban al que venía para salvarlos, sino el que venía a dar seguridad a su visión de cómo se tenían que hacer las cosas.
En definitiva, cuando los judíos del tiempo de Jesús como también los cristianos de ahora pedimos —de una manera u otra— una señal, lo que hacemos es pedir a Dios que actúe según nuestra manera, la que nosotros creemos más acertada y que de hecho apoya a nuestro modo de pensar. Y Dios, que sabe y puede más (y por eso pedimos en el Padrenuestro que se haga “su” voluntad), tiene sus caminos, aunque a nosotros no nos sea fácil comprenderlos. Pero Él, que se deja encontrar por todos los que le buscan, también, si le pedimos discernimiento, nos hará comprender cuál es su manera de obrar y cómo podemos distinguir hoy sus signos.
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