MariCruz Administradores
Cantidad de envíos : 2749 Fecha de inscripción : 03/05/2007
| Tema: Cantar desde las espinas 6/30/2007, 08:13 | |
| CANTAR DESDE LAS ESPINAS Fr.Eusebio Gómez Navarro O.C.D
Julia estaba en un banco de la iglesia hecha un mar de lágrimas. Al verla Manuela se acercó a ella y le dijo: “¿puedo ayudarte en algo?” Estoy muy triste, respondió María llorando, pues he ofendido a Dios. He venido a pedirle perdón, pues me he quejado de su voluntad. Llevó 30 años sufriendo dolores fuertes y hoy le dije: “Ya no puedo más”. A ti te fue muy fácil porque sólo sufriste tres horas y eras Dios, Pero yo llevo toda una vida crucificada y ya no tengo fuerzas.
Manuela la abrazó fuertemente y el río de lágrimas se hizo aún más grande, pues también Manuela tenía dolores en su cuerpo y en su alma y estaba a punto de explotar.
El Señor, al ver aquella escena, se compadeció de ellas, pues Él también sabía de dolores, extendió su manto sobre estas buenas mujeres, enjugó aquel llanto y consoló aquellas almas. Y aunque el dolor no se fue, sí recobraron las fuerzas para seguir sufriendo y esperando.
El sufrimiento aceptado amansa, transforma, libera. E. Fromm, psicoanalista norteamericano de origen alemán, escribe: “A base de sufrimiento propio, de golpes. comienza el proceso liberador. Sólo el sufrimiento, el golpe, es capaz de producir el deseo eficaz de que ese sufrimiento cese y sirva. Sólo a base de sufrimiento, de golpes, se alumbra el futuro.” Y es que la vida golpea fuertemente. “Todo golpe, al herirme… me enriquece,” afirmó Saint-Exupéry.
Da la sensación de que hemos perdido la capacidad para el sufrimiento. El Dr. Marañón había escrito sobre el valor del sufrimiento: “El hombre actual ha perdido no la capacidad de sufrir, que ésta es inseparable a su condición animal, sino la noble y alta voluntad de sufrir, que es típica de la jerarquía humana. El hombre actual ha perdido la fe en todo aquello que puede convertir el sufrimiento en un holocausto necesario y fecundo. El hombre actual, en su inmensa mayoría, no cree en Dios, ni en sí mismo, que es otra forma de creer en Dios por carambola. Y por ello ha perdido esa aptitud maravillosa, casi divina, de convertir el sufrimiento en fuente de paz y de progreso interior y a la larga también de progreso material…”
Muchas veces el dolor no disminuye ni la cruz se achica. Pero entonces es bueno mantenerse con una mente positiva. El doctor Gerald Janpolski afirma: “La causa del estrés, así como de un buen número de sufrimientos, de angustias, de depresiones que solemos padecer, no es solamente la situación en la que nos encontramos inmersos o los momentos difíciles que vivimos sino que también suele radicar en la manera cómo pensamos”. Y el médico añade: “ Si cambiamos nuestra manera de pensar… cambiará nuestra manera de vivir.” Y Juan XXIII escribía: “Quien piensa siempre en el paraíso… siempre está alegre.” Y en el paraíso no existe la queja.
Cuando el dolor arrecia, cuando es de noche, hay que pedirle a Dios serenidad y paciencia para aceptar lo que no se puede cambiaras cosas que no puedo cambiar y mucho valor para mantenerse de pie y de rodillas. | |
|