Santa Macrina la Joven
19 de Julio
Etimológicamente significa “resplandeciente”. Viene de la lengua griega.
Cuando la timidez impide pedir perdón, ¿por qué no atreverse a realizar un gesto muy sencillo que no necesita palabras: tender la mano para que el otro o la otra haga en ella el signo del perdón, el signo de la cruz?
Esta chica vivió entre los años 327 al 379. Era virgen. Se sabe que era la mayor de diez hermanos.
Eran hijos de Basilio, el anciano, y de su mujer, Emelia.
San Gregorio de Nisa, emparentado con ella, escribió su vida. El ejemplo de Macrina nos enseña de cómo una joven, dotada de cualidades y entregada al Reino de Dios, pudo contribuir a la vida de las iglesias cristianas en el siglo IV.
Estamos concretamente en Capadocia. Fue educada por su madre, que empleaba frecuentemente los libros Sapienciales de la Biblia para su educación.
También les enseñó cómo llevar una casa el día que se casaran.
A los 12 años estaba ya prometida, pero su novio murió. Desde entonces rechazó a todos los demás pretendientes para entregarse totalmente a los cristianos.
Ayudó a sus hermanos y, cuando ya estaban todos colocados, se metió a monja.
Su hermano Basilio, cuando volvió de la universidad de Atenas, al ver el ejemplo de su hermana, se hizo monje.
Otro hermano corrió pareja suerte pero, en lugar de un monasterio, prefirió la vida de ermitaño.
Ella cayó enferma y Gregorio de Nisa fue a visitarla desde Antioquia. Murió santamente.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!