San Zacarías, Profeta
6 de Septiembre
Zacarías (el nombre significa: “El Señor recuerda”), el profeta más citado en el Nuevo Testamento después de Isaías, penúltimo de los profetas menores, fue llamado a la misión profética el mismo año de Ageo (otro profeta menor). Su ministerio duró probablemente hasta la terminación del templo de Jerusalén, tema de sus exhortaciones.
Por medio de visiones y parábolas anunciaba la invitación de Dios a la penitencia, condición para que se cumpla las promesas. Sus profecías se refieren al futuro del renacido Israel, futuro próximo y futuro mesiánico. Zacarías hace resaltar el carácter espiritual del nuevo Israel, su santidad, realizada progresivamente, a la par con la reconstrucción material.
La acción divina de esta santificación llegará a su plenitud con el reino del Mesías. Este renacimiento es fruto exclusivo del amor de Dios y de su omnipotencia: “He aquí que llevaré a mi pueblo. Los llevaré nuevamente a vivir en Jerusalén: serán mi pueblo y yo seré su Dios, en la fidelidad y en la justicia”.
Profetizó la entrada triunfal en Jerusalén, cumpliéndose a la letra el Domingo de Ramos. Zacarías pertenecía a la tribu de Leví, nació en Galaad y cuando era anciano regresó de Caldea a Palestina. Hizo muchos prodigios, acompañándolos con profecías de contenido apocalíptico, como el fin del mundo y el doble juicio divino.
Murió en edad avanzada y probablemente fue enterrado junto a la tumba del profeta Ageo.