Damián
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| Tema: Evangelio 10 de Septiembre de 2007 9/10/2007, 10:13 | |
| Evangelio según San Lucas, capítulo 6, versículos del 6 al 11 10 de Septiembre de 2007
Semana XXIII del Tiempo Ordinario
EL HOMBRE DE LA MANO SECA
6. Otro día sabático entró en la sinagoga para enseñar. Y había allí un hombre cuya mano derecha estaba seca. 7. Los escribas y los fariseos lo acechaban, para ver si sanaría en sábado, y hallar así acusación contra Él. 8. Pero Él conocía los pensamientos de ellos, y dijo al hombre, que tenía la mano seca: "¡Levántate y ponte de pie en medio!" Y éste se levantó y permaneció de pie. 9. Entonces Jesús les dijo: "Os pregunto: ¿Es lícito, en sábado, hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o dejarla perder?" 10. Y habiéndolos mirado a todos en derredor, dijo al hombre: "Extiende tu mano", y él lo hizo y su mano fue restablecida. 11. Pero ellos se llenaron de furor y se pusieron a discutir unos con otros qué harían contra Jesús. COMENTARIO
«Levántate y ponte ahí en medio (...). Extiende tu mano»
Hoy, Jesús nos da ejemplo de libertad. Tantísimo hablamos de ella en nuestros días. Pero, a diferencia de lo que hoy se pregona y hasta se vive como “libertad”, la de Jesús, es una libertad totalmente asociada y adherida a la acción del Padre. Él mismo dirá: «Os aseguro que el Hijo del hombre no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace el Hijo» (Jn 5,19). Y el Padre sólo obra, sólo actúa por amor.
El amor no se impone, pero hace actuar, moviliza devolviendo con amplitud la vida. Aquel mandato de Jesús: «Levántate y ponte ahí en medio» (Lc 6,8 ) tiene la fuerza recreadora del que ama, y por la palabra obra. Más aún, el otro: «Extiende tu mano» (Lc 6,10 ), que termina logrando el milagro, restablece definitivamente la fuerza y la vida a lo que estaba débil y muerto. “Salvar” es arrancar de la muerte, y es la misma palabra que se traduce por “sanar”. Jesús sanando salva lo que de muerto había en ese pobre hombre enfermo, y eso es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus criaturas. Así, en la nueva creación en donde el Hijo no hace otra cosa más que lo que ve hacer al Padre, la nueva ley que imperará será la del amor que se pone por obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al hermano necesitado.
Entonces, libertad y amor conjugados son la clave para hoy. Libertad y amor conjugados a la manera de Jesús. Aquello de «ama y haz lo que quieras» de san Agustín tiene hoy vigencia plena, para aprender a configurarse totalmente con Cristo Salvador. | |
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