Damián
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| Tema: Evangelio 7 de Marzo de 2008 3/7/2008, 01:27 | |
| Evangelio del día
Evangelio según San Juan, capítulo 7, versículos del 1-2.10.25 al 30 7 de Marzo de 2008
Semana IV del Tiempo de Cuaresma
1. Después de esto, Jesús anduvo por Galilea; pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. 2. Estando próxima la fiesta judía de los Tabernáculos,
10. Pero, después que sus hermanos hubieron subido a la fiesta, Él también subió, mas no ostensiblemente, sino como en secreto.
ORIGEN DEL MESIAS
25. Entonces algunos hombres de Jerusalén se pusieron a decir: "¿No es Éste a quien buscan para matarlo? 26. Y ved cómo habla en público sin que le digan nada. ¿Será que verdaderamente habrán reconocido los jefes que Él es el Mesías? 27. Pero sabemos de dónde es Éste; mientras que el Mesías, cuando venga, nadie sabrá de dónde es". 28. Entonces Jesús, enseñando en el Templo, clamó y dijo: "Sí, vosotros me conocéis y sabéis de dónde soy; pero es que Yo no he venido de Mí mismo; mas El que me envió, es verdadero; y a Él vosotros no lo conocéis. 29. Yo sí que lo conozco, porque soy de junto a Él, y es Él quien me envió". 30. Buscaban, entonces, apoderarse de Él, pero nadie puso sobre Él la mano, porque su hora no había llegado aún.
COMENTARIO
1. Este v. sigue probablemente a 5, 47. Véase 5, 1 y nota.
2. La fiesta de los Tabernáculos celebrábase con gran alegría en otoño, con tiendas de ramas, para recordar al pueblo los cuarenta años que estuvo en el desierto. Cf. Lev. 23, 34.
27. Éste, en tono despectivo. Los judíos esperaban que el Mesías, después de nacer en Belén, del linaje de David, aparecería con poder y majestad para tomar posesión de su reino (cf. Luc. 17, 20 y nota). También creían erróneamente que Jesús era de Nazaret, y por lo tanto, no quisieron ver en Él al Mesías. Mas, a pesar de las palabras y hechos con que Él puso en evidencia que se cumplían en su persona todos los anuncios de los Profetas, nunca procuraron averiguar con exactitud dónde había nacido (v. 41 ss.; 8, 14), no obstante lo que se había hecho público en Mat. 2, 2 - 6.
28 s. Jesús insiste sobre la necesidad de conocer a Dios como Padre suyo (4, 34 y nota), pues Israel ignoraba entonces el misterio de la Trinidad, o sea que Dios tuviese un Hijo. Cf. 3, 16; 8, 54 y nota.
30. Los fariseos, y no el pueblo, pues muchos creyeron en Él, en contraste con los jefes. Véase v. 40 y 44. | |
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