Damián
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| Tema: Evangelio 26 de Octubre de 2007 10/26/2007, 09:52 | |
| Evangelio según San Lucas, capítulo 12, versículos del 54 al 59 26 de Octubre de 2007
Semana XXIX del Tiempo Ordinario
LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS.
54. Dijo también a la muchedumbre: "Cuando veis una nube levantarse al poniente, luego decís: "Va a llover". Y eso sucede. 55. Y cuando sopla el viento del mediodía, decís: "Habrá calor". Y eso sucede. 56. Hipócritas, sabéis conocer el aspecto de la tierra y del cielo; ¿por qué entonces no conocéis este tiempo? 57. ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? 58. Mientras vas con tu adversario en busca del magistrado, procura en el camino librarte de él, no sea que te arrastre ante el juez, que el juez te entregue al alguacil y que el alguacil te meta en la cárcel. 59. Yo te lo declaro, no saldrás de allí hasta que no hayas reintegrado el último lepte".
COMENTARIO
«¿Cómo no exploráis este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?»
Hoy, Jesús quiere que levantemos nuestra mirada hacia el cielo. Esta mañana, después de tres días de lluvia persistente, el cielo ha aparecido luminoso y claro en uno de los días más espléndidos de este otoño. Vamos entendiendo en el tema de cambios de tiempo, ya que ahora los meteorólogos son casi como de la familia. En cambio, nos cuesta más entender en qué tiempo estamos o vivimos: «Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?» (Lc 12,56). Muchos de los que escuchaban a Jesús dejaron perder una ocasión única en la historia de toda la Humanidad. No vieron en Jesús al Hijo de Dios. No captaron el tiempo, la hora de la salvación.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et Spes (n. 4), actualiza el Evangelio de hoy: «Pesa sobre la Iglesia el deber permanente de escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio (…). Es necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en que vivimos y sus esperanzas, sus aspiraciones, su modo de ser, frecuentemente dramático».
Cuando observamos la historia, no nos cuesta mucho señalar las ocasiones perdidas por la Iglesia por no haber descubierto el momento entonces vivido. Pero, Señor: ¿cuántas ocasiones no habremos perdido ahora por no descubrir los signos de los tiempos o, lo que es lo mismo, por no vivir e iluminar la problemática actual con la luz del Evangelio? «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?» (Lc 12,57), nos vuelve a recordar hoy Jesús.
No vivimos en un mundo de maldad, aunque también haya bastante. Dios no ha abandonado su mundo. Como recordaba san Juan de la Cruz, habitamos en una tierra en la que anduvo el mismo Dios y que Él llenó de hermosura. La beata Teresa de Calcuta captó los signos de los tiempos, y el tiempo, nuestro tiempo, ha entendido a la beata Teresa de Calcuta. Que ella nos estimule. No dejemos de mirar hacia lo alto sin perder de vista la tierra. | |
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