Damián
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| Tema: Evangelio 9 de Diciembre de 2007 12/9/2007, 11:28 | |
| Evangelio según San Mateo, capítulo 3, versículos del 1 al 12 9 de Diciembre de 2007
Segunda Semana del Tiempo de Adviento
PREDICACION DE JUAN EL BAUTISTA
1. En aquel tiempo apareció Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea, 2. y decía: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca". 3. Este es de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: "Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas". 4. Juan tenía un vestido de pelos de camello, y un cinto de piel alrededor de su cintura; su comida eran langostas y miel silvestre. 5. Entonces salía hacia él Jerusalén y toda la Judea y toda la región del Jordán, 6. y se hacían bautizar por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
7. Mas viendo a muchos fariseos y saduceos venir a su bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la cólera que viene? 8. Producid, pues, frutos propios del arrepentimiento. 9. Y no creáis que podéis decir dentro de vosotros: "Tenemos por padre a Abrahán"; porque yo os digo: "Puede Dios de estas piedras hacer que nazcan hijos a Abrahán". 10. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11. Yo, por mi parte, os bautizo con agua para el arrepentimiento; mas Aquel que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy digno de llevar sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. 12. La pala de aventar está en su mano y va a limpiar su era: reunirá el trigo en el granero, y la paja la quemará en fuego que no se apaga".
COMENTARIO 2. El reino de los cielos, o sea, el reino de Dios. La condición necesaria para entrar en ese reino es arrepentirse de los pecados y creer al Evangelio (4, 17; Marc. 1, 15), cosas ambas que Jesús resume en la pequeñez, es decir, en la infancia espiritual o la pobreza en espíritu (5, 3; 18, 1 - 4). Véase v. 10 y nota.
3. Véase Is. 40, 3.
6. Este bautismo no era sino una preparación de Israel para recibir al Mesías (Hech. 19, 4 y nota). Tampoco era un sacramento la confesión que los pecadores hacían, pero sí una manifestación del dolor interior, un medio eficaz para conseguir la gracia de arrepentimiento, condición del perdón.
10 ss. Aquí y en el v. 12 el Bautista señala a Jesús dispuesto a comenzar su reinado de justicia. En 11, 12 ss., el mismo Jesús nos muestra cómo ese reino será en ese entonces impedido por la violencia y cómo, aunque el Bautista vino con la misión de Elías (Mal. 4, 5 y 13), éste habrá de volver un día (17, 11 s.) a restaurarlo todo. Fillion hace notar la similitud de este pasaje con Mal. 3, 2 s. (véase allí la nota), donde no se trata ya del juicio sobre las naciones como en 25, 32 (cf. Joel. 3) sino de un juicio sobre su pueblo. Cf. S. 49, 4 ss. y notas. | |
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