Damián
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| Tema: Evangelio 5 de Diciembre de 2007 12/5/2007, 01:54 | |
| Evangelio según San Mateo, capítulo 15, versículos del 29 al 37 5 de Diciembre de 2007
Primera Semana del Tiempo de Adviento
29. Partiendo de allí, Jesús llegó al mar de Galilea, subió a la montaña y se sentó. 30. Y vinieron a El turbas numerosas, llevando cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros, y los pusieron a sus pies, y El los sanó. 31. De modo que el gentío estaba maravillado al ver los mudos hablando, sanos los lisiados, cojos que caminaban, ciegos que veían; y glorificaba al Dios de Israel.
Segunda multiplicación de los panes
32. Entonces, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de estas gentes, porque hace ya tres días que no se apartan de Mí, y ya no tienen qué comer. No quiero despedirlas en ayunas, no sea que les falten las fuerzas en el camino". 33. Los discípulos le dijeron: "¿De dónde procurarnos en este desierto pan suficiente para saciar a una multitud como ésta?" 34. Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?". Respondieron: "Siete, y algunos pececillos". 35. Entonces mandó a la gente acomodarse en tierra. 36. Luego tomó los siete panes y los peces, dió gracias, los partió y los dio a los discípulos, y los discípulos a la gente. 37. Y todos comieron y se saciaron, y levantaron lo sobrante de los pedazos, siete canastos llenos.
COMENTARIO
«‘¿Cuántos panes tenéis?’. Ellos dijeron: ‘Siete, y unos pocos pececillos’»
Hoy contemplamos en el Evangelio la multiplicación de los panes y peces. Mucha gente —comenta el evangelista Mateo— «se le acercó» (Mt 15,30) al Señor. Hombres y mujeres que necesitan de Cristo, ciegos, cojos y enfermos de todo tipo, así como otros que los acompañan. Todos nosotros también tenemos necesidad de Cristo, de su ternura, de su perdón, de su luz, de su misericordia... En Él se encuentra la plenitud de lo humano.
El Evangelio de hoy nos hace caer en la cuenta, a la vez, de la necesidad de hombres que conduzcan a otros hacia Jesucristo. Los que llevan a los enfermos a Jesús para que los cure son imagen de todos aquellos que saben que el acto más grande de caridad para con el prójimo es acercarlo a Cristo, fuente de toda Vida. La vida de fe exige, pues, la santidad y el apostolado.
San Pablo exhorta a tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús (cf. Fl 2,5). Nuestro relato muestra cómo es el corazón: «Siento compasión de la gente» (Mt 15,32). No puede dejarlos porque están hambrientos y fatigados. Cristo busca al hombre en toda necesidad y se hace el encontradizo. ¡Cuán bueno es el Señor con nosotros!; y ¡cuán importantes somos las personas a sus ojos! Sólo con pensarlo se dilata el corazón humano lleno de agradecimiento, admiración y deseo sincero de conversión.
Este Dios hecho hombre, que todo lo puede y que nos ama apasionadamente, y a quien necesitamos en todo y para todo —«sin mi no podéis nada» (Jn 15,5)— necesita, paradójicamente, también de nosotros: éste es el significado de los siete panes y los pocos peces que usará para alimentar a una multitud del pueblo. Si nos diéramos cuenta de cómo Jesús se apoya en nosotros, y del valor que tiene todo lo que hacemos para Él, por pequeño que sea, nos esforzaríamos más y más en corresponderle con todo nuestro ser. | |
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